miércoles, 26 de septiembre de 2012

                                        1x100

De cada uno que reconoce todo nuestro sacrificio y tesón junto a los fuegos hay 100 que no saben ni lo que comen.


Un cocinero pasa una 12 horas entre cuatro paredes diariamente descansa un día a la semana y contando con que la semana no se tuerza y tenga que ir ese día también , comen en media hora y si hay tiempo , se desvive porque el cliente disfrute y sea un placer degustar sus manjares. Esta esclavitud placentera que sufrimos los cocineros que disfrutamos con nuestro trabajo viene desde tiempos atrás cuando todavía no era la palabra restaurante la que definía este concepto era el de una posada allá por la edad media. Las posadas eran casas que abrían sus enormes puertas para ofrecer a los viajeros un lugar donde dormir y comer a cambio de unas monedas y era el punto de encuentro de los trabajadores y campesinos del lugar .

Cuando nosotros recibimos a alguien en casa simplemente por cortesía y por ¿el que dirán? tratamos ser los mejor posible en todos los aspectos desde la limpieza , decoración , comida bebida ........

Lo mismo ocurre con los cocineros de hoy en día debido a la competencia tratamos de ser los mejores y para ello hacemos sentir al cliente lo mejor posible desarrollando lenguas distintas para poder expresar y entender opiniones , si dice que algo no es de su agrado automáticamente pasa a ser VIP , si sufre alguna alergia alimenticia se intenta que sea todo normal sin complicación alguna , hasta el punto de que muchos creen que vivimos obsesionados por alcanzar la perfección . Tal vez sea cierto y querríamos alcanzar metas inalcanzables en sitios inadecuados.

Debido a la exigencia adoptada por el publico de hoy dia y por las ganas de destacar pasamos a elaborar todo para que el pan que una persona se coma en un sitio no sea nunca igual que en otro restaurante , porque para marcar la diferencia a dia de hoy solo valen los pequeños detalles , porque ya todo el mundo tiene foie todo el mundo hace esferas, pero no todo el mundo pone pan hecho diariamente por sus cocineros , con masas madres naturales.

Son detalles inapreciables para el cliente común, pero muy valorados por el cliente del buen comer del que aprecia o se dedica al sector.Este tipo de cliente no te mantiene el restaurante pero si te garantiza trazarte una linea la del buen trabajo la de la exigencia , porque una critica constructiva hace mas que 100 buenas.

Gracias a estos clientes también el chef sale de la cocina para ser mas importante y mediático  que otros organismos en la estructura del restaurantes . Por ello quiero dar las gracias a ese uno que tanto nos aprieta pero nos hace crecer y buscar la perfección en todos los ámbitos que conciernen a nuestra perfecciones.

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